Edward Jenner, el «padre de lainmunología moderna», realizó las primeras inoculaciones, específicamente vacunas contra la viruela. Imagen tomada de Wikipedia.
La inmunidad frente a las enfermedades infecciosas implica la posesión de una capacidad de respuesta o un estado de protección contra los gérmenes patógenos. Las personas después de superar una enfermedad infecciosa adquieren una memoria protectora durante más o menos tiempo frente a dicha enfermedad.
Dependiendo del tipo de mecanismo implicado se puede distinguir dos tipos de inmunidad:
1. Inmunidad innata. Relacionada con los mecanismos inespecíficos de las primeras líneas de defensa, que son independientes del contacto previo con los patógenos.
2. Inmunidad adquirida. Esta inmunidad se consigue a lo largo de la vida y supone la adquisición de una memoria protectora específica, tras el contacto con un determinado tipo de patógeno. Esta inmunidad es más protectora que la innata, y puede alcanzarse activamente mediante inmunización y también de forma pasiva.
La inmunidad adquirida puede adquirirse de dos formas según que el receptor se comporte como un agente activo o meramente pasivo:
- Inmunidad adquirida activa, el propio individuo, tras haberse producido un contacto con un antígeno adquiere memoria inmunológica, es decir, es capaz de generar rápidamente muchos anticuerpos específicos en posteriores contactos con el mismo antígeno. Esta inmunidad se puede lograr de dos formas:
- Inmunidad adquirida activa natural: mediante una respuesta inmunitaria no provocada; la que se adquiere después de superar con éxito una infección. Por ejemplo, después de superar el sarampión.
- Inmunidad adquirida activa artificial: inducida mediante vacunas. La vacunación es una forma artificial de inmunización activa mediante la inoculación de antígenos de agentes patógenos en el organismo con el propósito de inducir una inmunidad específica, protectora frente a dichos agentes patógenos.