Alexander Fleming en su laboratorio, tomada de Wikipedia
Los antibióticos son sustancias químicas elaboradas por microorganismos, que inhiben el crecimiento de otros microorganismos o los matan. En 1929 Alexander Fleming descubrió accidentalmente la penicilina, al contaminarse una placa de Petri sembrada de Staphylococcus aureus con el hongo Penicillium notatum.
Algunos antibióticos son efectivos frente a un gran número de agentes infecciosos y se denominan antibióticos de amplio espectro, mientras que otros son muy específicos. Su eficacia se debe a su capacidad para inhibir determinadas reacciones químicas esenciales y específicas. Por ejemplo, la penicilina y la bacitracina inhiben la síntesis de peptidoglucano de la pared bacteriana, la eritromicina y la tetraciclina inhiben la traducción ribosómica.
Los hongos de los géneros Penicillium y Aspergillus producen las penicilinas. Las cefalosporinas son producidas por el hongo Cephalosporium acremonium. El género Streptomyces sintetiza tetraciclinas y estreptomicinas.