Ciclo de multiplicación celular del SARS-CoV-2, tomada de Wikipedia.
Los virus tienen dos estrategias de acción en la lucha por la supervivencia: el ciclo lítico y el ciclo lisogénico.
A- Ciclo lítico:
El ciclo vital requiere una célula huésped de donde obtener materia y energía, para poder sintetizar ácidos nucleicos y capsómeros. En este ciclo se pueden distinguir cinco fases:
1- Fase de fijación o absorción. Es la unión entre el virus y la célula hospedadora, y hay una gran especificidad, es decir, cualquier virus no puede unirse a cualquier célula. Esta especificidad se basa en la presencia de receptores concretos en las células hospedadoras.
2- Penetración. El virus entra en la célula hospedadora por endocitosis, por fusión de la envoltura del virus con la membrana plasmática, o por inyección del genoma viral, como ocurre en los bacteriófagos. En el caso del bacteriófago T4, el virus tiene enzimas lisozimas situadas en su placa basal, perfora la pared celular de la bacteria y después contrae la vaina de la cola e introduce el material genético, de este modo el genoma vírico pasa al citoplasma bacteriano.
3- Fase de eclipse. Durante esta fase no se observan virus en el interior de las células, pero se sintetizan proteínas de la cásida y ácidos nucleicos virales.
4- Fase de ensamblaje. Se forman nuevas partículas virales. Los capsómeros se reúnen formando la cápsida y el ácido nucleico vírico se pliega y penetra en dicha cápsida. El proceso de ensamblaje es generalmente espontáneo en condiciones ambientales óptimas, debido a que el virus completo tiene mayor estabilidad que los componentes independientes.
En algunos virus, sin embargo, el ensamblaje está dirigido por unas proteínas producidas a partir del genoma vírico y que se denominan proteínas de andamio.
5- Fase de lisis o liberación. La salida de los virus se produce por lisis celular (virus sin envoltura) o por exocitosis o gemación (virus con envoltura).
B- Ciclo lisogénico:
Difiere del ciclo anterior en que la fase de eclipse es sumamente larga, ya que el ácido nucleico del virus se integra en el genoma celular y puede permanecer en este estado durante un tiempo ilimitado. Por tanto, en este caso los virus infectan a una célula huésped y no la destruyen, pero su genoma pasa a incorporarse al material genético de la célula huésped, permaneciendo en estado de vida latente. Esta situación se mantiene hasta que determinados agentes inductores (como por ejemplo rayos X, radiación ultravioleta, etc.) provocan la separación de los dos ácidos nucleicos, iniciándose el ciclo lítico.
A estos virus se les denomina virus atenuados o profagos, y a la célula receptora, célula lisogénica.
Los virus con ciclo lisogénico mejor conocidos son los que infectan a bacterias. Las bacterias que tienen integrado un profago son inmunes a la infección por fagos similares, a esto se le conoce como inmunidad a la superinfección.